La memoria como acto de resistencia: palabras de Tomás Elgueta en Santiago

El domingo 17 de agosto, en la ex Clínica Santa Lucía de Santiago —un espacio que fue centro de detención y tortura en dictadura— se presentó el libro Voces, Tiempo, Verdad. Antes de dar inicio a la actividad, Tomás Elgueta, director de Editorial Matecito Amargo, ofreció unas palabras que enmarcaron con fuerza y profundidad el sentido del encuentro.

Su discurso recordó que Cromañón no es solo una herida argentina, sino latinoamericana; que la memoria no puede reducirse a un dato frío, sino que se construye en luchas colectivas; y que frente a los intentos de instalar el olvido, recordar se convierte en un acto de resistencia.

Compartimos aquí sus palabras completas:

Buenas tardes a todas y todos, es un honor dar inicio a esta actividad en la que recibimos con mucha alegría, respeto y admiración a la agrupación No Nos Cuenten Cromañón, que hoy nos presenta el libro “Voces, Tiempo, Verdad”.

No es casualidad que estemos aquí, en la ex Clínica Santa Lucía. Un lugar que fue centro de detención y tortura en dictadura, y que guarda marcas de nuestra propia historia de dolor y resistencia. Habitar este espacio nos recuerda que la memoria no es abstracta ni lejana, sino que está inscrita en territorios, en cuerpos y en luchas que todavía hoy seguimos dando. La memoria no se hereda como un dato frío: se construye, se defiende y se transmite con palabras, con actos y con encuentros como este.

Por eso recibir hoy a No Nos Cuenten Cromañón tiene un sentido mucho más profundo. Su historia nos viene desde Argentina, pero nos habla a todos los pueblos de nuestra América. Lo que ocurrió aquel 30 de diciembre de 2004 en Buenos Aires no es solo un hecho aislado: es un espejo en el que podemos ver ausencias, negligencias e injusticias. La música, la juventud, la precarización y la falta de responsabilidad del estado son realidades que atraviesan las fronteras.

Sabemos que hoy hay un intento deliberado de instalar el olvido. Quienes gobiernan desprecian la memoria, relativizan los peores crímenes de nuestras historias, y persiguen a quienes buscan justicia. Ese contexto no es ajeno a este libro, al contrario, lo vuelve aún más urgente. Porque cuando se busca borrar la memoria, el gesto de recordar se convierte en un acto de resistencia. Y aquí, en Chile, sabemos de qué se trata esa batalla.

Es por eso que tender puentes entre pueblos no es solo un gesto de solidaridad: es una necesidad. Los vínculos entre Argentina y Chile, nos recuerdan que nadie se salva solo, y que las fronteras no detienen ni el dolor ni la esperanza. Cromañón no es solo una herida argentina: es una herida latinoamericana, y como tal, nos llama a enfrentar juntos el olvido.

El libro “Voces, Tiempo, Verdad” es parte de esa tarea. Una obra que rescata las voces de sobrevivientes, familiares, amigas y amigos, y que se niega a aceptar que las culpas las carguen sobre los pibes y pibas, o sobre una banda de rock que lo único que buscaba era compartir con su gente. Porque ya lo dijo Estela de Carlotto: “la música no mata”. Lo que mata son la corrupción, la negligencia y la impunidad. Y frente a eso, educar es combatir. Combatir el olvido y la indiferencia.

Hoy, al abrir esta actividad, queremos agradecer a No Nos Cuenten Cromañón por su presencia y por su lucha incansable. Porque lo que hacen es mucho más que presentar un libro: es traer memoria, es traer verdad, es traer la convicción de que el dolor puede transformarse en organización y resistencia. Aquí, en este lugar cargado de historia, levantamos la voz juntos. Porque recordar es un deber, porque el olvido es complicidad, y porque como pueblos, seguimos diciendo: Nunca Más.

Si te gusta este artículo, compartilo:

Share on Facebook
Share on Twitter
Share on Linkdin
Share on Pinterest
Carrito de compras